Ayer asistimos a la inauguración del nuevo trayecto del tren de alta velocidad (AVE) desde Alicante hasta Madrid (y viceversa) Vendido por todos, desde el ministro Margallo hasta el presidente Rajoy, pasando por el príncipe Felipe, como una gran infraestructura RENTABLE, que generará puestos de trabajo, que reduce el tiempo entre las dos ciudades en no se cuanto y que en resumen, es una maravilla a pesar de haber costado 1920 millones de euros en tiempos de crisis. Hay unas previsiones de dos millones de usuarios anuales y un impacto económico en la zona de 70 millones de euros, con precios de 65 euros el billete (Más información aquí) Hasta aquí todo estupendo. O quizás no.
Veamos,